Para banalizar absolutamente todo ya están algunos periodistas y medios
El actor Alfredo Casero y la periodista Viviana Canosa revolucionaron los medios en las últimas semanas y el periodismo progresista -oficialista y opositor- se encuentra en un interesante desafío.
El hartazgo que la sociedad argentina grafica encuesta tras encuesta obliga a los medios a repensar su cobertura, análisis y reacciones con una inflación y una pobreza que no paran de crecer, crispando a millones de argentinos.
¿Reclamarle a una persona que llegó a la Casa Rosada algo tan básico como estabilidad de precios y trabajo es ser de derecha? La Izquierda debería tomar nota que tras gobernar casi 20 años es sinónimo de caos.
Automáticamente, comportándose como militantes universitarios de Izquierda, tildan de “facho” o “nazi” a todo aquel que se anima a romper el relato. ¿Cuál es la diferencia con 678? Lo interesante es que periodistas y políticos cercanos tanto a JXC como al FDT suelen responder de la misma manera, por lo que se empezó a correr el velo, terminándose la mentira de la grieta de una manera bastante impactante en términos mediáticos.
Qué importante sería ver a periodistas y voceros de JXC y el FDT unirse contra la dirigencia toda para imponer una verdadera agenda que represente a los argentinos y ponga en primer plano la atención que reclama y las medidas que necesitan, al menos para evitar que siga el éxodo a otros países que ellos mismos califican como imperialistas o para que se reconstruya la demanda monetaria y salgan del colchón los dólares que imprime el imperio.
Un simple ejemplo del propio medio: el periodismo progre que dice estar preocupado por la gente no es capaz de hablar de lo que está pasando en Página12.
¿Llegará el momento en que el periodismo progre pueda darse cuenta que todo tiene un límite y que una inflación rozando el 100% anual es uno de ellos? Al menos, el electorado así lo ve. Entonces, allí cabe preguntarse si el periodismo está para ser vocero del poder o para darle voz a aquellos que realmente son los más débiles en esta gran red social.
Que la clase política esté desconectada de los argentinos gracias a la zona de confort que consiguió con el nuevo cargo, vaya y pase. Pero que los medios y el periodismo pierda la sensibilidad de lo que pasa en el día a día de su público, es grave.
Todo esto va más allá de Viviana Canosa, Alfredo Casero, Luis Majul, Javier Milei y todo lo que se vio en los medios en los últimos días. Tampoco está bueno exagerar o sobreactuar.
Incluso,
sería interesante que el propio Javier Milei entienda que las encuestas
van más allá de sus ideas y no termine banalizando la furia contenida
que hay en la calle contra la estafa electoral que significaron ambos
frentes electorales -FDT y JXC- creados solo para repartir cargos y
partidas presupuestarias.
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